13Jul
Benjamin Perdomo
Por: Jubal Hernández En: julio 13, 2021 En: Noticias Comentarios: 0

Los Centros de Arte, Cultura y Turismo han obtenido un 9,91 en el resultado de la autoevaluación de su Portal de Transparencia, un ejercicio interno que ha servido para valorar, medir y cuantificar el grado de transparencia de la actividad pública de la Entidad a lo largo del 2020, atendiendo tanto a los criterios del Comisionado de Transparencia del Gobierno de Canarias (IT Canarias) como a los de la Ley Estatal de Transparencia de la Actividad Pública.

El índice de transparencia de los Centros no ha dejado de crecer desde que el comisionado obliga a las instituciones públicas a someterse a este proceso. Así, hay que recordar que la nota de 2018 fue de 5,30, mientras que la de 2019 se elevó hasta 9,1, en ambos casos tras las revisiones y correcciones realizadas, según recoge el Informe anual de evaluación del cumplimiento de la Ley 12/2014 de Transparencia de Canarias, elaborado por este comisionado. “Es importante saber que hemos logrado revertir la trayectoria, y que mejoramos los resultados del compromiso que mantenemos con la transparencia en aras de rendir cuentas a la ciudadanía de nuestra gestión de la empresa pública” explica el consejero delegado de la Entidad, Benjamín Perdomo, que aprovecha la circunstancia para felicitar “a las trabajadoras y trabajadores de la Entidad por su labor y responsabilidad”. Perdomo recuerda, asimismo, que “la información relacionada con la afluencia de visitantes y las cuentas anuales de la Entidad recién aprobadas correspondientes al pasado ejercicio pueden consultarse en la web del Centro de Datos del Cabildo de Lanzarote”.

El Portal de Transparencia de los Centros de Arte, Cultura y Turismo está alojado en la web corporativa de la Entidad  Rediseñado y articulado en torno a 18 ejes, proporciona información clara y detallada sobre distintos campos de actuación como el Empleo en el sector público, Contratos, Obras públicas, Patrimonio, Estadísticas y Retribuciones, entre otros.

La transparencia se ha convertido en un indicador fundamental para valorar la calidad de los servicios que prestan las instituciones y en una herramienta necesaria para que los ciudadanos puedan ejercer adecuadamente su valoración y tener una verdadera intervención participativa. Ofrece la oportunidad de fiscalizar las acciones de quienes administran recursos públicos, por lo que se convierte en un vector que fortalece la confianza entre administraciones y administrados.